jueves, 3 de octubre de 2013

SIBILA. (primer capítulo)







I


Aquí comienza la miel de mi razón  poder que mi primera voz pronunció para llenar la intuición seca del siglo. Me presento. Como mujer soy apercibida y perceptiva sin todavía saber el cómo y por qué se bendijo tan malditamente al género nuestro de ésta forma, dando vida y siendo en ello más precoces que los hombres para la caza, partimiento y manipulación de las almas. Cuando se es mujer uno puede avivarse mucho en toda materia de vida, en especial en la de los hombres aunque también estoy bien preparada para medirle las ganas a cualquier mujer. Soy mujer encantadora del mozo que va incauto y libertadora de todo aquel que se ocupa y preocupa en demasía. Soy quien libera la felicidad escondida en los corazones, soy tan tornadiza en mi juicio y tan recta en mí locura como lo es la esquina libre de la que en un día de ciudad nadie logra escapar el paso. Soy mujer como el sol primero del campo que se asoma al amanecer de un día laborioso dando placida sonrisa a la intencionada mañana. Acaloro y abrazó yo a los hombres con la red de mis pasionales requiebros y he logrado durante mi vida gozar el deleite de los amores carnales durante el lapso que ha sido de mí voluntad y con quien ha sido mí gusto y pleno agrado, hasta que el amor otro por la flor de la estrella humana y el racimo de la profundidad que olí en unos ojos me hicieron entregarme totalmente más allá del goce estético e intelectual, llenando la necesidad que mis virtudes propias no alcanzaron con un soplo que lleva los pasos de mis pies andantes tan ligeros y fáciles como existe el helio que sale del helio.

Hoy me veo muy completa, cuerda y entonadamente dispuesta para contar y escribirte sobre cómo una guayaba engusanada, como mi alma, gozo de su podrido gusano tan bienamente que convirtiéndose en gusano dejó de ser guayaba para darse en cuentas que nunca fue ni guayaba y que tampoco hubo sido gusano.

Empezaré por decirte la virtud maldita que bendijo la desfortuna del tronco de mis días. Voy a hablar de cosas grandes y van a abrirse mis labios para anunciar la justicia que siempre busqué en otros y que sólo en mí pudo plenamente ser juzgada. En el rizo de mi discurso no hallarás dialogo que ande rebuscando en otros lados de tu razón algo que no existe ni en la tuya ni en la mía y aquí veras pura intuición pura, llena con mucha memoria y conocimiento que adquirí sin saberlo, sabiendo solamente que se me mentaba de loca y desfachada. Así todo lo que quiero decir lo pondré de mí al teclado y del teclado a a través esta pantalla tal como es que pasó y tal como es que lo pienso. Porque verás historias muy verdaderas y leerás si pones buenos ojos un sinfín de cosas que a mí se me escapan pero que aquí están ya dichas.

Bueno aclarado esto pasemos con lo que sigue. El gusano que dejo de serlo de la guayaba que te platico es la rectitud de mí perversidad que fue delatando una constante mejora sobre ella misma, y paso de pervertirse a ser perversidad y de ser esto a desgajarse para verse por dentro y fuera completamente como la simple larva que mejora en machincuepas al gusano mil giros y en agilidad al gusano cien pies sobrepasando también en astucias al gusano quemador, así fui yo pasando prueba tras prueba. La decadencia y la degradación moral las dominé tan de buena forma que fui tan buena en ser tan mala que se me bendijo malamente. Desde que nacimiento creo que el recreo es el mejor provecho que existe para medir si un asunto es de mérito para la economía real que juzga una sociedad libre, economía que contabiliza como valor único la producción de almas completas que forman aquella entidad social, cosa muy al contrario de lo que son las almas mochas como las que hoy estan tuertas y cojeando tan infelizmente felices en la fugacidad de mecánico trabajo que acosa los días en que ellos creen que el acotamiento humano pasa.
Así llena de humanidad me vi desde muy pequeña rodeada y antes que cualquier otro menester de los muchos y variados quehaceres que se le da por hacer a la gente de éste mundo, yo aprendí el más joven de todos los negocios y menesteres, que es el quehacer de la maldad y no cualquiera de las maldades sino la más lozana de todas las maldades, la maldad sicalíptica.  Aprendí a echar ojito falso al joven ingenuo y de buen porte y bonita cara, aprendí a hacerlo mío y abusar a mí conveniencia de la gente cuando mi intención lo supiera para mí provecho educacional o económico. Pues ya sabrás que soy muy buena en esto de la nueva economía. El horizonte de mis ganas aprendió a crear un filtro entre la razón y la lujuria para hacer prácticas mis cavilaciones, mis deseos de comida espiritual fueron siempre satisfechos y mis ánimos de emprendedora se vieron siempre recompensados, comenzando a tratar con las gentes del mundo a través de éste pista que todos ven y que pocos siguen. Queridísimo lector, sea como fuere que llegas a éstas líneas es mi deber decirte lo que te prometí.
Desde pequeña vino a mí entender que la fisionomía es juicio universal para juzgar la calidad y cualidad del alma de cada persona, porque el cuerpo es la llave del alma y el alma es el candado de otra cosa que desconocemos conociéndola, por eso es que sabía en qué mirada atacar y en cual esperar el ataque para defenderme lanzándome mayormente yo con la ventaja de mi victoria, y me instruí en esta disciplina mejor que el tal Cleantes quien se dice era muy experto en tales estudios fisioálmicos, que así fue como después les tuve por mejor mentarlos ya que aún no había clasificación para ellos porque léase bien allá en lo antiguo que ni el mismo Cleantes en sus escritos dejó nombre de los hilos del alma que conoció para formular esta teoría que yo practico como ciencia y en los estudios de Cleantes sólo se explaya sobre cierta cualidad física del alma que se transparenta por la geometría y el modo que hay en cada rostro, en el tono de la voz y en la composición corporal. Sin saber de dónde me venía el tal conocimiento fisioálmico tuve  mucha seguridad para seguirlo por ver que funcionaba mi pura intuición y de esta forma me eduqué en hacer amistades, deshacerlas y en acercarme y alejarme de quien yo consideraba como tal o cual persona, dando mano por conveniencia cuando era de mí interés, mintiendo cuando la necesidad lo pedía y ocultando la verdad cuando era cuantiosa la ocasión para sacar provecho de ello. Poco a poco ejerciendo ésta práctica fisioálmica de mí intuición antigua vi mí mundo repleto de inmundicia a muy temprana edad y digo inmundicia y no inquinidad a propósito porque mi maldad se instruyó mayormente comenzando desde ahí, por una pujante y maldita conveniencia de recorrer mucho mundo y penetrar sin así quererlo pero por necesidad intuitiva dentro de los colores de las gentes y lenguas humanas de éste planeta trajinándolas a cada una y conociendo los casos particulares de sicalipsis que habita en la Tierra, y los conocí todos hasta hoy dominarlos perfectamente.

Esta soy yo, mi nombre es Sibila, que quiere decir la que conoce el futuro por cinco lenguas. Y no nací saurina sino que simplemente soy plenamente humana y es enteramente la capacidad futurística la que distingue la humana raza del reino que llamamos animal. Sibila Izbașa es mi nombre y mí flaqueza es la mentira pero también la tengo y protejo como gran fortaleza porque con ella logré saber la verdad de lo que soy ahora. Por fuerza y no por voluntad me vi yo forzada en aprender los males de la vida y gracias a la constancia de mis malicias que encontré sin saber el cómo y dónde el acto del bien, porque como pocos elegí alcanzar la perfección en la iniquidad y ese constante y refinado trabajo en ello me llevo a un bien escueto y luego a un bien más alto y luego al bien de veras así que mientras yo injuriaba y construía mis males más finamente precisos dime cuenta que el mal no se puede hacer tan bienamente y que de la estructura de mi alma sólo nacían cosas tan bien medidas que supe que la planeación de mis prejuicios no eran malos sino que estaba tan bien formulada mi maldad que fui llegando por la sola avenencia de mi laboriosa obstinación a ser tan buena en ser tan mala que la tenacidad y perseverancia me habían hecho virtuosa. Infiero esto que te digo, que al verdadero mal llega quien el bien intenta tan malamente y la genuina perversidad alcanza a quien procura hacer el bien porfiándose sólo de buenas intenciones desganadas, quedando así todas las virtudes rotas  y los pedazos del buen intento sueltos a la inerme enredadera de su floja intención, expresándose todo su buen plan en una plana y obstinada insistencia que no logra alcanzar nada.

Fue por este arte fisioálmico que nunca revelé y del que hago revelación única y primera en a través y por medio de éstos dedos que muchos de mis amigos y enemigos me consideraron experta en variados artes y ciencias de la humanas, aunque para mí sus elogios eran una cosa falsa por no comprendida porque formulaban todo su proterva desde el punto del habla académico. Así que desde muy temprana edad me tuve mérito por adentrarme en muchos asunto de la vida pública por verme la mayoría de voces muy competente para pronunciarlo muy seguramente todo, desenvolviéndome entre los dialogantes a modo muy natural en ambientes muy picudos y a modo muy picudo en situaciones naturalmente de miedo y peligro. Luego se me reconoció como una muy potente oradora y comencé por eso a escribir pero antes de ser escritora, pues me digo escritora desde el momento en que comencé por necesidad a escribir, aprendí muchos oficios dominando al fino uno solo. Yo lo llamo el oficio del vivir. Digo que si tú quieres entrar en éstos mismos pasos es necesidad que sepas que yo hube realizado otros muchos trabajos que la vida me trajo a cuestas de dónde ahora me doy cuenta haber aprendido la gramática de la vida. Así que es menester comenzar en tú saber a quién estás leyendo y en yo hacerte saber el cómo fue la educación que estan forjando éstas letras en las que apenas llegas adentrándote.























lunes, 30 de septiembre de 2013

Platicas del joven Laibinez.



Platicas del joven Laibinez

 con Eugenio Coșeriu.

(obra en un acto de interes linguistico)









E

Escena:  - en una antigua biblioteca de la ciudad de Timisora, 
de esas en las que las gentes aún pasaban horas de dolores en espaldas y piernas
 a cambio de unas horas del alimento espiritual. 
( pues como aún  el Parque Hologramático no se caminaba para leer 
y este invento estaba en aquellos tiempos aún en construcción.)
 Allí los seres humanos mascaban el lenguaje a joroba y yema, 
en frente de una fría computadora y otro montón de amontonados libros.  


Personajes de la obra:

Andrei López: maestro de la universidad en la facultad de Filosofía, grande amigo de Laibinéz, amistad que comenzaron desde el primer año de entrenamiento con el equipo de la Poli-Timisoara.

Don Eugenio Coșeriu: viejo amantes de las letras pero muy poco dado para su uso, y más para su análisis. Nacido y crecido en Rumanía

Laibinez Parvan: Director de la facultad de Derecho, miembro  honorario del parlamento Banatéano,  que es un organismo no gubernamental implicado en el desarrollo cultura y político de la zona. Delantero en el equipo de football local con participación cada viernes y entrenamientos de tres veces por semana, acordeonista y miembro de honor de la filarmónica Dan Iornadescu.


Bogdana de Parvan: esposa del señor director Laibinez, nacida en la frisca región de Moldova, donde las mujeres son sutilmente recias, benditas entre la maldición melancólica, como de arranque español y cortesía mexicana, en fin, era dama muy bella a la que todos la tenían por casta y bronca mujer.




Primer  y único acto :

·El objeto lingüístico de un furtivo encuentro·.




Señora Parvan: ¡Vaya cabeza mía y luengo corazón! , no te dicho lo mucho que me molesta que tu andes creyéndote alegrías con éstos libros. Te han venido ha buscar los de tu parlamento, y andan requeté enojados porque ni te supieron encontrar. Yo les dije todas las señas que me diste pero mira, resultó que no andabas por ahí.


Dr. Laibinez: Calla Bogdana, no vez que vas a desconcentrar a los pocos concentrados dé está biblioteca, ya mucho ruido les causé yo por andar a todo lo que daba éste mecanógrafo.


Señora Parvan: pues mucho será el ruido pero pocas las palabras, que junto con sus letras alcanzarán a ésta que se preocupa a voz por el mismísimo amor de su marido.

Dr. Laibinez: ¡Bogdanita, mujer, pero si yo te amo también!, sólo que nuncamente se puede predecir todos los cuidados.  Iba tolondreando al borde del Bega cuando me recibí un correo de Don Eugenio Coșeriu,  rápido me lancé para acá para alcanzar mejor señal del Cosmotel y responderle, y antes de todo el trajinar del sol en el día aquel mensaje lo tuve por más importante, así que  lo puse en prioridad y lo dejé así, olvídeme pues de lo más con intención pura de hacerlo menos a su medida y hacer esta carta toda bien.

Andrei López: Hola Dr. Laibinez, peor que gusto es verlo por éstos lados, pensé que ya se había ido para Basarabia, como lo dijo tan serio la ultima vez, pues yo me quedé pensando mucho en que sí el señor Cuanda hubiese proyectado voluntades más allá de la ciudad de Tomis seguro sus paisanos andarían dándole ritmo a su intención ahí entre los rusos y los taikonautas


Dr. Laibinez: ¡es que deso se trata!, vengo ya de recibir la respuesta del Señor Eugenio Coșeriu. Así que he resuelto en lo siguiente. Andrei, me parece que la monada nunca desapareció.

Andrei López: ¿pero que dices si Otto Jespersen se hubiera enterado de lo que escribió Eugenio estaría totalmente de acuerdo. Las relaciones geométricas del lenguaje recaen en la creatividad continua del individuo y su capacidad de lenguaje, según la unidad de Humboldt, en comparación con el modo descriptivo de Saussure, el cual entiendo definido como asolado y fijo

Entra Eugenio Coșeriu a la biblioteca.

Eugenio Coșeriu: claro que se enteró Otto, Humboldt y Saussure de todo lo que he dicho, al menos fue mi intención hacer que se enteraran. No quise plagiar nada pero fue el caso que tuvimos las mismas concepciones sobre la dualidad en el objeto del acto lingüístico. La lengua es una abstracción nuestra y su singularidad se está estableciendo continuamente a través de la relación del macro y el micro. El idioma es el núcleo básico de la sociedad y la lengua es aquella unidad particular que opera en cada individuo.




Andrei López: Mas Eugenio porque sacar tus justificaciones dualistas sigilosamente a favor de la desaparición de la monada. Hiciste la misma trampa con el compañero Vossler para resucitar malamente a Humboldt y lo hiciste un poco bien por dejar el mecanismo de Saussure allí en ese lugar estéril.

Eugenio Coseriu: cada uno de nosotros vamos realizando ciertos secretos, nuevas interpretaciones sobre los viejos conceptos se adueñan más rapido de otra lengua de lo que se estan creando; si Ferdinand de Saussure utilizó metáforas para decir que el individuo no puede ejercer una influencia cuantitativa en el lenguaje fue porque así lo percibí y otra gran parte de ello así fue, porque el hablando no puede cambiar los signos pero sino inventarlos

Señora Bogdana: ¡A ver aquí es donde todos los personajes estudiosos de las lenguas se encuentran! En las salas de una biblioteca. ¿todos aman los libro no?.

Todos: …sí.

Señora Bogdana: entonces hagan pleno acto del amoroso fin que comparten por la lengua. Apoyen  el progreso en la técnica moral a través del adstrato en vez de combatirlo, exporten e importen conceptos de otras lenguas para engrandecer el lenguaje de la humana raza. Recuperen la importancia de la unidad en la isoglosa si tanto les importa, a través de las confluencias de las lenguas las patrias del mundo pueden desarrollar individualmente la comunicación en los corazones de los hombres.