Fray Martín de la Coruña fue un buen gallego que vislumbró el lago de Chapala y luego la fundación de la Nueva Galicia, por el se funda la capital de éste nuevo reino en lo que hoy es Compostela de Nayarit, años después la urbe principal del reino queda oficialmente instaurada en Guadalajara, la gran ciudad Méxicana. Hace días me sorprendió la picardía de Sonia Sobral Vázquez, amiga Gallega que reside en nuestra ciudad de Timisoara, sólo que ella tiene derecho de piso ya de hace dos años, y a pesar que nuestras platicas han sido fugaces, a ninguna de ellas ha faltado el candor y la sinceridad, hace tres días lo confirmó de nuevo, ya no ante mi, sino para una joven audiencia de hispanohablantes en esta ciudad Rumana; el hecho se desarrolló en las Jornadas Méxicanas que celebró la Universidad del Oeste de Timisoara, durante media hora la gallega hizo frente con guante blanco a los ponentes que se reunieron para hablar sobre la Hispanofonía, todos hombres y ella la única mujer, ella se encontraba al costado de un Madrileño mientras le afirmó hasta el otro extremo de las sillas a un Catalán que la miraba de piernas cruzadas, que Galicia fue el reino más antiguo de España, él desconocía el dato y al momento su cara me hizo recordar otras, como cuando le digo a un compatriota Tapatío que el primer pilar del cristianismo en la Nueva Galicia se colocó en Axixic, y no en Zapopan o en Talpa, que por las grandes peregrinaciones actuales que se dan por allá, uno podía darles el trofeo como cunas del cristianismo en el bajío; en Ajijic los Gallegos trajeron a su señora del Rosario, y ella se plantó en los mismos sitios del Anahuac donde un día residió con igual vigor la placa tectónica de Farallón, masa terrestre que colapsó debido a un gran movimiento telúrico que dió nacimiento al lago más grande de México. La placa de Farallón fue el antiguo apoyo del fiordo que corría desde Colima hasta los confines del bajío, plancha que se dilapidó hace milenios antes de la llegada oficial de los europeos, así la placa del Farallón cedió hace mucho tiempo para engendrar el gran lago de Chapála y tres placas tectonicas más : la de nazca, la de cocos, y la placa de la rivera, es decir, un movimiento tectónico cerró el despeñadero que antes comunicaba Chapala con el mar, y cuando llegaron las siete tribus nahuas desde el norte, algunos se asentaron en el gran estanque salado del bajío, y lo nombraron Chimaloácan, porque los locales conocían el escudo; siglos después los iberos se asentaron en una región próxima que los nativos conocían por el nombre de Axixic, lugar donde brota el agua, y desde esas afluentes emanó de nuevo la madre gallega del Rosario , que luego evangelizóJalisco, Colima y más allá de Nayarit, todo desde los linderos de Chapala y por labores primerizas de un gallego, que para un méxicano viene siendo un europeo y cuando muy especifico: español.
Las historia tiene que portar los juegos de la nueva vestimenta humana para ser comprendida y no memorizada, ésto se demostró hace tres días cuando vi el espíritu Gallego de Sonia, como quien traspasa desde el mar cantábrico hasta la otra silla de un Catalán y sus aires de mediterráneo, como quien viaja en las faldas ponientes de los pirineos sólo para enunciar del otro lado una historia olvidada, mientas que un Madrileño observa como una galera traspasó las columnas de Hércules para llegar hasta el Anahuac, y sorprender con femenino desplante a tres Méxicanos que se encontraban de invitados en aquel coloquio de la Hispanofonía. Aquel día se discutió sobre historia y un poco de todo, cada ponente aportando los conocimientos del lugar donde nació, y cuando llegó el momento de un Elihú y se permitió la opinión, yo intenté decir que los cemanahuacos de hoy hablamos el español, mas en tiempos del indio Eréndina y en su región por todos lados se escuchaba el purépecha: tonos de un lenguaje que intentó plasmar en la pintura Don Juan O´Gorman méxicano por nacimiento e irlandés por sangre paterna, y aunque no se me permitió seguir con mi respuesta, mi mente siguió en Juan O´Gorman, quien plasmó una de las leyendas más famosas de Morelia en una iglesia de la misma ciudad, el mural luego inspiró el fino trabajo del cineasta Juan Mora Catlett, quien llevó la historia a la gran pantalla en el 2005, implementando técnicas que por carencias de épocas no pudo ejecutar en una de sus obras maestras , El Retorno de Áztlan, (1990). Con estos guiones llevados al cine, es natural el amor que un purépecha pueda tener hacia el personaje histórico de Erendira Ikkunari, demostrando una fidelidad embebida en la causa del Michoacano, aún sin estar bajo los efectos de las charandas de Janitzio, como de igual forma un Tapatío siente amor natural por la capital del antes reino de Nueva Galicia, y aún lo grita con más tonos si carga los olores de un dulce tequila en su paladar; mas seguro que las ráfagas del discurso que Sonia Sobral ejecutó hace días, pedían desde lo profundo no una nueva Galicia, sino el nacimiento de una Nueva España con la Glass-Steagall, porque no hubieron pasado ni tres días de la Spanish Revolution. En fin esto es tema que se discute a diario, y pienso que Bruce Branit tiene mucho que decir en un film sobre la posible aleación de la compresión del espíritu humano y tecnología que necesita la posteridad.
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