domingo, 8 de mayo de 2011

Sobre el Escritor y el Poeta



Sobre el Escritor y el Poeta.

Un esbozo de las definiciones en base a la vida y obra de Juan José Arreola Zúñiga.

La Poesía es lo que el lenguaje quiso ser desde sus principios, y el ser Poeta es un imperativo que algunos hombres aceptan desde el comienzo de su existencia.

El principio de éste esbozo es para renovar los conceptos que nos fueron heredados por las generaciones anteriores, para capturar un olvido en las deficiones inmutables, para innovar las concepciones que describen con dos palabras a un mismo hombre. Por ello escribo, para definir quien es un Poeta y que es un Escritor.


Existe un error capital al acotar la definición de la Poesía en sólo una de sus formas, porque la poesía no sólo se leé en poemas, porque la Poesía no puede estar delimitada, porque los yambos griegos y los hexámetros latinos… porque incluso los versos alejandrínos y el haiku japoneses, no puden contener la totalidad que representa la Poesía, porque las qasidas árabes del Coran, el canto nahua del Cuecuechcuicatl y la shloka india de Valmiki, se concibieron para poder expresar la metrica perfecta que transmita el método en que se pueden aprender y conservar las cadencias del ser humano comprimidas en lenguaje.


Primero el hombre percibe al mundo exterior, y vincula los elementos del universo con su naturaleza interna, concibiéndose a sí mismo como un medio por donde el ritmo y la idea se digieren, y una vez deglutido, se expulsa el verbo con su formas desde la inspiración, para poder expresar lo ajeno como propio y plasmar en locuciones y nuevos silencios la renovación de las formas eternas, la recreación de los conceptos que el hombre concibe como continuos e inmutables. Si el efecto de esta antigua acción binaria: percepción-expresión llega a influir en una existencia ajena, entonces se comprueba que el verbo expresado por un individuo fue ciertamente aprendido por él y conservado en algún otro.

Es necesario confinar los cantos infinitos del trayecto que dibuja una alondra a pleno vuelo, salpicando la lupa de la escena con una orbita fugaz que ayuda a contemplar lo especifico para conocer la totalidad, porque es necesario mirar las definiciones que dictan los quehaceres de un Poeta y un Escritor; este el propósito de los altos vuelos: limitar las definiciones para así poder expandirlas desde dentro, y averiguar entonces que es un Escritor y quien es un Poeta, implosión que se prepara a explotar dentro de la esfera de una sola vida humana, ya que es a través del hombre donde las expiaciones de la Poesía se manifiestan.

Analicemos entonces el itinerario de un alma que recibió el ποιείν [1] cerca de un volcán de los que hay en el valle del Anahuac, escuchemos a una madre gemir un 21 de Septiembre de 1918 el fugaz y certero ¡Piluatiyotl! [2] máxima que vio nacer y bautizó a una criatura con el nombre de Juan José, Arreola por Don Felipe y Zúñiga por su esposa, Victoria; treinta y dos años más tarde el niño se atreve a contar sus hazañas a los demás, en el principio de un Confabulario, y entre memorias y olvidos Juan José Arreola habla sobre los comienzos de su vida:


"Soy herrero por parte de madre y carpintero por parte de padre, de allí mi pasión artesanal por el lenguaje, con respecto a mi educación, yo también fui a la escuela como muchos niños, no pude seguir en ella por razones que sí vienen al caso pero que no puedo contar, mas sí te digo que mis primeros contactos con un libro los tuve cuando entre en los oficios de encuadernador, para esos tiempos había muchos menesteres en Zapotlán el grande, con decirte que nuestro pueblo fue una ciudad, y hasta la hicieron capital de Jalisco cuatro años antes de mi nacimiento, y aunque la condecoración duro sólo unos meses, Don José María Silva nunca lo olvido, y a cada ratito me sacaba esos cuentos de versalles, ¡que se había calmado una guerra! ,¡que otra vez empezaba el alboroto en la plaza de Tian´anmen! ,¡que vino Bernard Bergoend a levantar el cristo rey!... en fin una multitud de catástrofes cristeras y otra multitud de guerras por el mundo, y todas me las apuntó después de mi nacimiento, hasta que llegó un día que ya no lo soporté, por eso le pedí a Don Chepo Gutiérrez que me diera trabajo en su imprenta, porque se decía que el ya no recordaba ni tantito que Ciudad Guzmán hubo sido capital de Jalisco por los años catorce y quince en el principio de mi siglo, y entonces fue en la imprenta de Don Chepo que mi vocación me encontró, primero aprendí a amar el libro como objeto, luego el amor por los textos me lo iba a enseñar mi maestro de primaria, José Ernesto Aceves, y crecí pensando que el rito de encuadernador era habitual para cualquier escritor que accediera a los misterios del lenguaje que se ocultan en un libro, pero luego aprendí que sólo en Zapotlán esta profesión fue un culto obligado a todos los aspirantes de lector o escritor que hubo en aquellos tiempos de la Ciudad Guzmán. Y así me eduqué yo, como lo hubo hecho un antiguo alumno del lenguaje en los tiempos de un juglar"

Que mejor que el habla del propio hombre para hacer escuchar el canto de su vida; el maestro Juan José lo afirma, su educación estuvo interrumpida por hechos desconocidos que no quiere contar, mas las conjeturas históricas permiten decir que no adquirió el rigor y la constancia que implica la escritura en todas sus formas, quizá debido al proceso político que vivió su tiempo, sin embargo esto no impidió que el don de la Poesía le fuera negado, porque el gran Piluatiyotl que dio su madre, iba acompañado de temblores gigantescos que nacían con el siglo, de personalidades volcanicas que amenazaron con explotar y lo hicieron, porque el tiempo de José se llenó de augurios y esperanzas, así fue que Don Juan José abrazó el gran don que se le concedió, y sin aspirar otro nacimiento, trabajó durante toda su vida y se puso a disposición del lenguaje para explorar los limites de la palabra: aquellos mismos limites que aquí se indagan para redefinirse.



Una implosión para explotar conceptos.


A Don Juan José, no se le reconoce como Poeta: error vulgar de nuestro siglo, porque a pesar de haber publicado en 1996 a sus sesenta y nueve años, una antología de poemas que lleva por titulo, Antiguas Primacías [3], la mayoría de los lectores no lo considera poeta sino como un buen exponente de la minificción, el cuento, el relato, y demás adjetivos ociosos: porque el señor Juan José antes de portar todos aquellos vagos galardones, fue primero un escritor y desde su nacimiento un Poeta, porque aceptó la responsabilidad que implica explorar los limites del verbo, e intentó instruir el alma de su voz para poder escribir como un maestro del lenguaje; aquellos académicos improvisados y críticos sin criterio lanzan a jóvenes oídos un sin fin de géneros, especies, variedades, clasificaciones y categorías, todas estériles: porque antes se requiere definir la unidad de la Poesía para luego concebir sus formas, de ellos y por ello nace un desconcierto de conceptos volubles, adaptando antiguos caprichos en nuevas progenies, porque los juicios que designan a un Escritor y un Poeta se dividen para confundirnos, a pesar de coexistir ambos en la naturaleza interna del lenguaje.

Nuestro primer fundamento es que todo escritor es un Poeta, la prueba se puede encontrar si se realiza una pequeña labor arqueológica en la etimología de los términos, analizando las formas que se obtienen de las palabras: Escritor y Poeta.

Escribir: es un verbo antiguo, y tiene su origen en los principios de la lengua indoeuropea, el escribir es una labor que codifica y legisla lo que fue creado, para velar y transmitir la imaginación de nuestros antepasados y revivir la inteligencia de sus sentimientos en cualquiera de los tiempos. Mas para asignar leyes y preceptos, se necesita de un juicio que estime desde la estética a la ética, pero antes de cualquier controversia, se necesitan las primeras palabras para ser juzgadas: se requiere del acto de la creación que ejecuta un escritor cuando lo envuelve la poesía, porque la Poesía: es término griego que hace referencia al acto del nacimiento.[4]

Existe un error capital al afirmar que los escritores de prosa no son poetas, porque la poesía existe cuando se escribe en prosa, en verso, en círculo, en líneas recíprocas, en cantos, en cuentos, en novelas, en guiones, en ensayos… porque la Poesía nace cuando el Poeta escribe.

De la Poesía nacen los códigos, y un Poeta es un escritor cuando se sirve de ellos para comunicarse, porque aquello que vagamente se le llama poesía es lo que define a un Poema: un indicio de elasticidad, ritmo y matiz en la que un sentimiento puede ser reducido a la más minima expresión en varias bocanada de aire, porque los versos que hoy llamamos poesía deben ser llamados por su nombre: son poemas, porque el Poema es la minima representación de los alcances máximos del lenguaje, porque un Poema es la minima expresión de la imaginación máxima, la que puede capturar una lengua a través de las cadencias que el hombre imprime con sentimientos e ideas. De esta forma la prosa poética como la define el maestro Zúñiga adquirirá un nuevo significado, el significado simple de la Poesía, luego podrá ser catalogada, porque la novela es Poesía, por que la prosa es Poesía, porque los bailes del ensayo son Poesía, porque estas sólo son formas que adquiere el lenguaje para representar nuestras concepciones humanas, porque la Poesía tiene un carácter múltiple y unitario: múltiple por el orden que puede adquirir una idea para representarse, y unitario porque es un solo sentir de donde germinan todas las lenguas humanas, porque la Poesía es el todo del lenguaje y el Poema es su minima parte.

Desde los altos vuelos de la Poesía se designa a los escritores, y la escritura es solo un medio que la poesía necesita para renacer en otro cuerpo, tal como el elemento es al alma, así la escritura a la poesía, y llamamos Escritores a todos los Poetas que se plasman en ella, habitando en las palabras que registran las glorias y achaques de un alma humana.

Tergiversados.


Mas las definiciones que se dan sobre un Escritor y un Poeta son desde hace siglos tergiversadas, como lo afirma la maestra de la Universidad Complutense de Madrid, Anne Marie Reboul, quien intenta acotar los inicios de un genero sempiterno, en los belenes de Chateaubriand y Rousseau, o en unos pocos parpadeos después durante los tiempos de Baudelaire o Aloysius Bertrand [5] , errores totalmente comunes, porque el poema en prosa es un genero que bien me atrevo a decir, data desde los inicios del lenguaje, pero si esto resulta excesivo para algunos oídos tenemos registros más antiguos, porque hay quien atribuye a Menippus el comienzo de la prosa poética [6], y en el cabalgar de sus versos confirma lo que el señor Zúñiga habla entre silencios: siendo la literatura una diversión intensiva para entrenar lo que puede el lenguaje. Incluso el ingles Philip Sydney coreó al griego y dijo: “...los versos son un ornamento y no la causa de la Poesía…” [7] “…porque es inadmisible la división popular de prosa y verso, porque la distinción entre los escritores de prosa y los Poetas es un error vulgar, porque la distinción entre los filósofos y los Poetas ha sido anticipada…”.[8]

Y si acaso alguien afirmase que existe el genero del periodismo poético, puede existir solamente si se asigna el mismo calificativo a todos los géneros de la literatura ,porque la misma definición de la Poesía abraza la creación de todos los generaos literarios, porque el arte poético es connatural con el nacimiento de la capacidad del lenguaje en el hombre, porque todos los humanos somos hablantes de una lengua y en ella existen quien son maestros del lenguaje, aquellos a quienes hemos llamado Poetas, hombres y mujeres que buscaron expresar lo que se considera como inexpresable, por eso a los demás solo nos corresponde la denominación de hablantes, y con este apelativo se designa a quien decide renunciar al deber que tienen los Poetas.

Se distingue a un Poeta de un hablante porque el primero concibe la literatura como un simple medio para expresar lo más sublime del lenguaje, se distingue a un Poeta de un hablante, cuando acepta explorar los límites que se ocultan en el habla

El Poeta se sirve de todos los grafemas para enunciarlos a silencios en las palabras que pinta y no pronuncia, con tal que la eternidad descifre los cantos y los recreé de nuevo: el mote de Escritor es sólo otro nombre del poeta cuando utiliza los símbolos de la gramática, luego un vínculo se establece, como el que guarda un actor y el dramaturgo, el uno reviviendo la obra y el otro concibiendo su inmutable y continuo movimiento: porque Shakespeare fue el mejor interprete que registró para la posteridad su técnica de actuación, porque Brecht fue un Poeta y Usigli un escritor en los más altos dominios, porque Sha Yexin es un filosofo que intenta jugar con los limites infinitos de la Poesía; todos ellos son escritores porque antes son Poetas, porque el poeta puede ser escritor sin nunca haber escrito, porque el escritor íntegro es por naturaleza un poeta, y los que ejecutan el oficio del escritor sin considerar su naturaleza, deben ser llamados como lo que son, simples escribas: mecánicos que tratan de forzar un habla inexistente, orillando a la imaginación a expresar un ritmo que nunca oyeron, una cadencia que no existe, una interminable terquedad de estar frente al estudio y convocar a las musas por el simple hecho de tener un buen ordenador o hasta un frágil papel en las manos, ¡estos intentos son fracasos! , porque los escribas no aceptan las invitaciones atemporales en el acto eterno de la Poesía.

La diferencia entre un escritor y un poeta, es como la relación que existe entre un alarife y un arquitecto, el poeta concibe la forma de la casa donde estará cimentado el lenguaje, mientras que el escritor va asignado cada palabra en su lugar para que el hogar de la lengua pueda ser habitado. La similitud entre el escritor y el poeta es la capacidad que existe en el alarife y el arquitecto de habitar una casa, ya que ambos poseen poderes intrínsecos para habitar en los hogares eternos del lenguaje, a pesar de que los dos participan en el proceso con funciones especificas.

Las definiciones actuales de Poesía deben ser retomadas, considerando que el simple acto de la escritura, es una de las muchas vestiduras en que el verbo desciende desde la imaginación para tomar una forma en el mundo físico.

Los futuros Poetas.


Colocados los anteriores estatutos, diríamos que todo escritor íntegro, está obligado a explorar los matices, ritmos y figuras que puede alcanzar el lenguaje, como un actor que intenta dominar por completo su instrumento corporal, para aunarlo con su alma y representar la totalidad que se puede ejecutar en una sola escena. De la misma forma aquel escritor que no haya explorado todas las figuras en las que el lenguaje puede ser desarrollado, se le podría acusar justamente de haber inmovilizado su expresión en el lenguaje, y por estos simples actos, se podría establecer una tabla de valores que determine a aquellos Poetas ejemplares, ejemplares para que las siguientes generaciones mejoren las cualidades poéticas que aquellos individuos hubieron desarrollado; los demás seguirán figurando como Poetas a pesar de sólo haber trabajado en cortas inspiraciones, ya sea por motivos trágicos de existencia, o por el asentamiento del conformismo y la adulación que es ciega fe, luego dos tipos de Poetas jugarán dentro de las piezas eternas, con tal de colocarse ambos en escena, uno de frente al otro, representando la pieza en donde actúan todos los tiempos de la humanidad: el uno la ejecutará como si fuera una múltiple y eterna comedía, el otro procederá a vivir cada escena como una sola tragedia: ambos serán grandes actores, y el publico no negará aplauso a ninguno, mas el comediante cuando termine la obra y baje de las tablas, no podrá reír de su mortalidad, mientras que el otró al bajar del escenario, intentará en alma permanecer allí, bajando los actos a cada uno de los momentos en la vida cotidiana, y será éste Poeta quien acepta naturalmente la representación múltiple y unitaria de la Poesía, y no sufrirá fatigas para expresarse en cualquier forma del lenguaje, mas no estará exento de ellas, porque la Poesía es el medio por donde las extenuaciones de una sociedad transitan en un solo cuerpo, provocando una catarsis múltiple en un alma que se concibió así misma como sempiterna.

No morirá la Poesía.


Los valores de la Poesía no están intrínsicamente delimitados en las esferas de la voz, porque para que exista la poesía en todos los momentos, es necesario un escritor, y por ello es necesario que un Poeta hable con tinta: porque la escritura nunca morirá a pesar de tener los aparatos que registren las voces del hombre, y aún a pesar de que el mismo pueda escribir sin titubeos desde su voz; la escritura no morirá porque los registros de la voz tienen que transmutar, porque no pueden mantenerse los ritmos declamatorios que Juan José Arreola dejo en youtube recitando los pensamientos de un Loco de Amor: porque un loco de amor de nuestro siglo escucha y habla a diferentes cadencias; la escritura no morirá a pesar del más artificioso de cualquiera de los magnetófonos que pueda inventar la posteridad, porque es imprescindible el silencio, con tal de que la nueva oración pueda comenzar; la escritura no morirá porque es necesario que se transforme lo que se ya dijo y se recreé con los nuevos ritmos y formas del siglo, es necesaria la palabra escrita porque permite al Poeta acentuar el concepto donde su predecesor olvidó colocar las entonaciones que le dan vida a un texto; no morirá la escritura por que es necesario que la Poesía se regenere, no morirá la escritura porque si así fuera, el arte del poeta se tornaría a la del ventrílocuo, y la poesía sería como una pantomima de la vieja voz, que contaminaría los nuevos oídos que llegarán a tener hambre de escuchar lo continuo e inmutable. No morirá la escritura porque en ella se marcan todos los preludios futuros del lenguaje; antes podrán trasformarse los magnetófonos que tengan como cometido captar el código en que se ocultan las almas en los sonidos, con tal de que el siguiente al pronunciarlo, tenga sólo los aparejos que necesite para renovar los cantos de la oración, sin verse nunca entrometido en un proceso decadente de la creatividad.

No morirá el lenguaje, porque es necesaria la Poesía para poder expresarlo. No morirá la Poesía aún si muere con nosotros el lenguaje.

La atemporalidad y el tiempo.


La diferencia entre la Escritura y la poesía es que la primera cataloga objetos por separado, cuyo confín no tiene otro limite que las relaciones entre el espacio y el tiempo, conjugándose en circunstancias especiales que describen y descifran los fragmentos de una causa y un efecto; mientras que la Poesía es la creación de las acciones de acuerdo a las formas eternas de la naturaleza humana, conforme existen en la mente del creador universal, que es en sí mismo la imagen de todas las otras mentes.

La Escritura es parcial y aplica sólo a un periodo definido de tiempo, porque cierta combinación de eventos gramaticales no puede concurrir jamás de la misma forma, mientras que la Poesía contiene en sí misma el germen eterno y universal de las relaciones que motivan y activan las variantes posibles de la naturaleza humana. La escritura es un conjunto de códigos particulares: es un prisma que opaca y distorsiona lo que debería ser bello, mientras que la poesía es un espejo que vuelve hermoso todo aquello distorsionado. [9]

La Poesía es el unico regalo que se da para todos y que la mayoria no acepta, es un don invisible que los maestros del lenguaje no se niegan a practicar en cada instante de su habla, la Poesía es la voz del hombre que pudo expresar que no pudo mantener una platica con el infinito, la poesía se puede escribir también, solo que necesita de ser antes concebida, y cualquier escritor que carezca de su consciencia solo es un simple escriba.

La poesia es una semilla en la garganta de cada hombre, que solo los maestros del arte que llamamos Poetico decidieron germinar. La Poesía es el nombre que el lenguaje recibio desde su nacimiento y el Poema nace en un fugaz intento de comprimir la eternidad, porque el poema es sólo un momento de la poesía: que logró atrapar en la esfera más pequeña la concepción de la totalidad.

En todo Poema debe estar una semilla de fuego ardiendo, lista para expulsar los frutos inextinguibles de los que se alimenta la esfera del lenguaje.

Es necesario realizar parangones con tal de distinguir qué puede ser un poema y qué no, porque que cualquier fruto de la Poesía que sea genuino, debe contener el alma de todas las lenguas, esperando a sus intérpretes. Es necesario designar a la Poesía como sinonimo de lenguaje, y al concepto de Poema como su minima expresión en sus maximos alcances, es necesario hacer diferencias entre un escriba y un escritor, ya que de esta forma las capacidades del escritor y el poeta se clarificarán dentro de la circunferencia unica de la Poesía; es necesario redescubrir al Poeta para que los simples hablantes que se hagan pasar por aedos sean fácilmente descubiertos y no dañen los cantos en los muros eternos del lenguaje, es necesario definir que es un Escritor, porque así lo escribas que plasmen su trabajo con la firma falsa serán señalados, y la Poesía podrá ejercer su castigo para los impostores que la desnudaron de sus atavíos continuos e inmutables, y todos los blufeos serán sancionados por haber pasado ante las camaras de la eternidad con las mascaras repugnates de la falasia. Es necesario empezar a renovar los conceptos para que la Poesía nazca desde su semilla y de nuevo.



[1] ποιείν: dar a luz, crear, dejar emerger

[2] Nacimiento humano, en lengua Nahuatl, porque el maestro Juan José, fue griego por herencia española y libre del fundamentalismo azteca de los contemporáneos por herencia casi propia.

[3] Antiguas primicias, con un proemio de Artemio González García y presentación del autor. Guadalajara, Secretaría de Cultura de Jalisco, 1996 (Hojas Literarias, Serie Poesía, 16). En sus breves páginas, el libro abarca 51 años de escritura versual, de 1935 a 1986.

[4] ποιείν: dar a luz, crear, dejar emerger

[5] El poema en prosa, aproximación a sus inicios, Anne Marie Reboul, Revista de Filología Francesa, Editorial Complutense, Madrid, 1993

[6] Menippus es autor de La venta de Diógenes y Necromancia, dos textos de la antigüedad que sugieren una forma similar a la prosa poética que Juan José Arreola concibió ulteriormente.

[7] The Defence of Poesie, Ponsonby 1595, nota 29.

[8] A Defence of Poetry, 1840, Essays, Letters from Abroad, Translations and Fragments, verso 240.

[9] (Percy Bysshe Shelley, 1792)

1 comentario: