jueves, 8 de diciembre de 2011

Mircea Eliade visita el congreso de México.

Dícese que para describir el carácter de un hombre un amigo tiene que descubrir una parte de él mismo en el otro, como si fuera de su propiedad comienza a acompañarlo hasta los límites de su cordura, y estando ambos en los goznes de la locura en las alzarabias donde se forja la vida, el uno al otro le desea más constancia que suerte mientras lo insita a arder más, y el que se va desvaría entre el no dejar, halar, el seguir o seguirlo, encontrándose ambos por primera vez en el punto de hacer todo esto solos, allí se les ve a los dos, y mientras uno cruza y el otro se queda, ¡el segundo se encuentra a la identidad de frente!, con facilidades tan enormes para distinguirse y distinguirlo que la mucha distancia que hay en ese momento entre los dos más el harto tiempo que ambas almas se acompañaron, hace que un amigo perciba lo del otro como propio, y lo que antes se hacia como propio se cavila más en los huesitos de un tercero, al ni ser esa chispa suya ni de él, al descubrir entre ambos el número par con que se escribe la divinidad en la vida humana, alli en ese espejo de la amistad se miran los amigos como si fuera hombre de su propiedad cual cuento de Giovanni Papini, uno de esos amigos italianos que buscó el fin del mundo para encontrar el principio donde yace el universo, navegando en platicas alrededor de una vida muy suya por haberse sabido << un uomo finito>>.

Hoy tengo ese cuento como prologo claro para pensar lo mucho que siento a las amistades, para sentir el carácter de la mortalidad humana, mientras escribo pensando en las amistades, y mucho siento que significa la muerte en el hombre aunque en ésta juventud en la estoy veo la sonrisa de la calaca aún muy lejos, mas haciendola me la hago muy cerca, por ser vastos los libros que de ello hablan y me acompañan, letras tantas que describen la vida de los hombres, voces tantas que van repitiendo nombres... como lo oí hoy, un nombre en un día por tres veces y entre tres lugares diferentes, por eso me decidí a realizar esta pequeña dedicación a todo cuento, diciendo en ello verdad para decirles a ustes lo que se me dijo sobre Don Mircea Eliade, aquel rumano universal, pues primero se conoce que a la edad de veintiuno años dejo su tierra para embarcarse a través del mar negro y dirigirse a la India, todo con el apoyo de los nacionales de allá, en especial de Manindra Chandra Nandy de Kazzimbazar, y aquel era solamente su sobrenombre. Allí Mircea Eliade probó que tres años son suficientes para abandonar a una patria y regresar a la otra, pues a los veinticuatro años volvió al viejo cuartel de Europa, que por otro nombre se le conoce como Rumanía, todo con tal de liberar algunos recuerdos del baúl arañozo y lleno de guerra en el que aquel continente se encontraba por esos entonces, estando en ello, Mircea auxilió a muchos para sacar su trabajos a la luz, y pasando otras platicas y muchas palabras de nuevo en su idioma, se encaminó con la platica de su paisano Lucian Blaga rumbo a Berna, mientras charlaba sobre la identidad rumana adentro de los ecos que solo escucha un vagón de tren, aquella charla la tuvo en mucho como el mayor premio después de algunos años de exilio voluntario y otro tanto tiempo de servicio social que exigía su patria en ese momento de guerra, mas a pesar de la fuerza nostálgica del pueblo rumano, dejo a luegos Rumania y se mudo por obras de algunos destinos a Portugal, a los cuatro años de haberse llegado a la tierra de Camoens, y al vivir en tantos durante el mismo tiempo en la ciudad de Lisboa, fue recordando más a la India y aprendiendo amar con el corazón el portugués dejando de juzgar a razonarlo, por ello se dice que allí nuestro amigo cuajó su carácter, pues como ya estaba forjado con la rigidez del comunismo y algunos otros mántras hindúes, tuvo a pronto compañero de charla en Portugal, a veces por un lado a Ortega Gasset o en otros tantos a Eugen d´Ors , ambos siendo testigos de logros y existencia durante su estadía en la peninsula Ibérica; así transcurrió un tiempo entre platicas, memorias y proyectos completados pero sin poderse empezar , hasta que en un buen día Don Mircea Eliade fue escalando en trabajos haciendolo en tanto que lo que hizo como una simple colina se transformó en una sierra, entrando en ese portal, miró desde algún despeñadero lo alto, y allí enfrente de subido nublerio se encuentra con Georges Dumezil y las treinta piedras que cargade su lengua, porque la condena del francés por intentar revivir el aoristo en su lengua materna, ¡fue lanzar roca por roca al vació y volverla a recoger!, sujetando piedra en su boca por cada lengua por él hablada; al ver esto Don Mircea Eliade tuvo por mejor buscar la razón de ésta condena, revelar el infinitesimal que yace en el aoristo y librarse de una expiación similar que acabó regresando a Paris; desde allí decidió entonces abrirse las puerta hacia a América y comenzar todo otra vez… he aquí que Don Eliade completa la odisea que comenzó para ser cada vez más humano…he aquí mi pregunta, dígame señor Mircea, ¿qué pasó en 1965 cuando vio desde sus ojos a México?...

<<…ei...apartind unei traditie culturare care acepta copatibilitatea intre oricie cultura stintifica din lume oriental sau occidental, ei fiind atat de savand cat sunt de bucuros…>> [1]

II

Sobre lo que pasa en México entre la Glass- Steagall y el congreso.


¡Ah señor Eliade, no es para tanto!, yo solo quería decirle que pertenecemos a otra lengua de tradición republicana, misma que si bien heredamos de España con las buenas obras de Carlos III, unos tantos de ellos las juzgan de industriosamente malas, mas si ellos no aprecian el carisma libertario de su rey, nosotros aquí denantes esa idea contra los imperios la concebimos en los Tlaxcaltecas, ¿usted los recuerda no?... déjeme y me explico, por una parte somos republicanos como el español Pedro de Campomanes o el Conde de Floridablanca, por otro lado la misma tradición de antaño vive en nosotros dentro las alas de jade con las que combatió el agudo de Tlacaélel, somos esos del pensamiento agudo y solemne andar como toda su vida lo hizo Xicohténcatl, en fin, ¡somos hijos de América!... un conjunto de razas unidas en la libertad, libertad que anhelamos hoy con el nombre de Federalismo, somos aquí los habitantes bajos y altos, desde tonos negros y hasta llegar al blanco, todos en acuerdos de estar plenamente concientes de ello, y aunque cada pueblo con su amnesia, hoy se comienzan a recordar los trabajos que se hicieron y los nombres que se tuvieron por perdidos, llámese Francisco García Salinas o Benjamin Franklin, ya Carlos de Oláguibel o Alexander Hamilton, pues desde el jarocho Esteban de Antuñano hasta el por los Rothschild asesinado, John F. Kennedy, en el Cemanahuac hemos venido intentando que el articulo 28 de la constitución mexicana denuncie a los Fugger, Bardi, y Peruzzi modernos de nuestra República, esos monopolios que hoy operan en México bajo nombres como Slim, Azcárraga y otros etcéteras más, a ellos queremos ponerlos a la disposición del 110, para que la constitución de nuestra madre que hoy sólo es de papel regrese con la fuerza de su parto desde las últimas intenciones que tuvo por sacarnos del útero, las cuales sucedieron la última vez en México en 1917. Por eso y por la situación que no se aclara en los medios pero que mucho se gorgotea, pido a todo hispanofono que lea esto y esté en su tierra aplicar un poco de su propia premonición a ésto que viene pasando, si quiera hágase por considerar las penas de quienes por motivo de estar en el extranjero tienen vetada la vida política en su patria, por esas razones y otras que me callo por tenerlas fuera de caso, hoy les pido a los de mi tierra como a los muchos tantos de nuestra lengua, que enterándose de la propuesta de ley HR 1439, plan que revivió Marcy Kaptur para librar a los Estados Unidos de la especulación en Wall Street; en esa propuesta suya por que ella la lidera, mas ajena porque venir desde la mancuerda de Glass-Steagall y la Comisión Pecora, aquella reminiscencia donde está plasmada la libertad y soberanía económica que un día ejecutó toda la América, aquel principio que también vive intrínsecamente en la fundación de Iberoamérica; y si a éstas líneas llegase siquiera un mexicano compruebe entonces que vienen a escribirse en nuestra constitución éste principio platónico cerquita del artículo 73, donde son las facultades del congreso, pues es esa la ley donde queda mucho espacio para poder realizar la separación de la banca comercial y la banca de inversión que equivale a la Glass-Steagall mexicana, considerando esto como paso primero que permitirá concebir la economía de una forma legítima la cual convive en relación directa con la dinámica del universo; dicho luego esto senor Eliade, sólo permitame decirle que si hasta donde llegan mis deseos se acercarán mis sorpresas, ¡sea el próximo quien ande cerca cerca de este blog el ejecutivo de México!, y busqué en ese pedacito de la constitución las inspiraciones que dieron el valor a Xicohténcatl o a Roosevelt para ejecutar la voluntad de todo un pueblo, pues encontrará plasmadas en el articulo número 89 de nuestra constitución algunos de los poderes que sólo otorga la justicia, los cuales jamás imaginó. Dicho esto si usted no fuese mexicano, mas sí supiese de otra investigación que ande en órbitas similares a la política científica de Cristina Fernández de Kirchner en el sur, o conociese mejor los deseos por acabar la usura de Marcy por el norte, háganos entonces saber, pues un Tapatío que de rato no está en su tierra anhela encontrar la verdad, ya que así pasa en dedicando su vida al tiempo con tal de perder su consciencia y acercarse más a su humanidad. Te pido este favor si estás por allá Mircea Eliade.



[1] Ellos pertenecen a una tradicion cultural que acepta compatibilidad con cualquier cultura cientifica, ya sea del mundo occidental u oriental, ellos siendo tan sabios como felices. Siendo esta la traduccion se escribe aquí luego que este dialago es puesto en su boca imaginando sus palabras







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